Artículos

El impacto de los refrescos en el niño

El consumo de refrescos se ha incrementado en los últimos tiempos ocupando un lugar importante en la alimentación del niño. México es el primer lugar per cápita de consumo de refrescos en el mundo. En 1993 se consumían 140 litros por persona y a partir de 1989 se ha incrementado de un 5 a un 30%.
 
El refresco puede provocar obesidad infantil; los refrescos contienen grandes cantidades de azúcares como sacarosa, glucosa y fructuosa. Estos azúcares llegan rápidamente a la sangre provocando un aumento de insulina que permite que estos azúcares pasen a los tejidos y se conviertan en grasas.

Se ha asociado el aumento del consumo de refresco con el incremento de la obesidad hasta en un 34%. Se ha observado que el consumo de un litro por día ocasiona el aumento de 1 kilo de peso en tres semanas. Además de que el consumo de refresco desplaza el consumo de alimentos nutritivos como las frutas, lo que afecta la calidad de la alimentación del niño.
 
El refresco además afecta la integridad de los dientes disolviendo el esmalte dental y provocando caries. Se ha asociado el consumo de refrescos con hiperactividad en los niños. Existen evidencias de que al disminuir el consumo de azúcares y refrescos en un 50% mejora el comportamiento en un 42% de los casos.
 
Los refrescos carbonatados o refrescos de cola contienen cantidades importantes de cafeína, lo que puede provocar trastornos de sueño en el pequeño. Recuerde que durante el sueño se estimula la hormona del crecimiento, por lo que un sueño profundo y reparador puede ayudar al adecuado crecimiento del niño.
 
Los refrescos con gas contienen ácido fosfórico, lo que compite con la absorción de calcio y puede ocasionar huesos y dientes débiles.

Solicita tu dieta personalizada en http://www.dietasalamedida.com